A principios de la década de los 90, el guitarrista Tony Vallés y el batería Ramón Pinyol, después de su aventura
con la banda Manzano y Krakatoa, deciden formar una nueva banda de Metal.
Después de varios intentos
con distintos músicos, contactan con Santi Leal (Guitarra), amigo de la infancia de Tony, Cristian Salvador (Bajista) y Luis M. Altisen (Cantante), todos ellos integrantes hasta ese momento del grupo Blutaxt. Desde ese mismo instante empiezan a limar un extenso repertorio de temas que con la ayuda de Joan Singla (Director de la revista Metal Hammer) presentan a Juan Soriano, responsable de la oficina de Management Harmony Producciones. Los hechos se precipitan rápidamente y empiezan a girar de teloneros con la banda de Ourense Los Suaves.
Reciben una oferta del sello Splash Records, perteneciente a la toda poderosa discográfica Divucsa, ofreciéndoles la posibilidad de financiarles la grabación de su disco debut que acabaría llamándose “Teologia Daltonica” (1993). Por motivos personales y de fuerza mayor, L.M.Altisen decide dejar la banda pocos días antes de entrar en el estudio. Es obligado realizar varias pruebas de urgencia para encontrar un suplente vocal, aunque debido al poco tiempo disponible y la falta de aspirantes que encajen, finalmente la banda decide adaptar los temas para que Santi Leal se encargue de grabar la voz.
“Teología Daltónica” ve la luz y rápidamente se suceden los conciertos y las colaboraciones. A destacar
la gira por España "Mondo Bizarro" como artista invitado del grupo "The Ramones", así mismo
son artista invitado en la también gira por España "Malas noticias" del grupo Los Suaves.
De la misma manera Hangar 18 colabora en la
grabación del concierto acústico de la banda gallega en la Fira del Disc, organizado por locutor de radio Jordi Tardá.
A pesar del exitoso bagaje de conciertos y buenas criticas, la banda no llega a un acuerdo con la discográfica para prorrogar el contrato, todo debido al cambio de rumbo de Divucsa y la clara tendencia de cambio musical de la época, provocado por el paso a un segundo nivel de las bandas Metaleras a favor el movimiento Grunge, que acaparaba el escaparate musical del momento. Finalmente Hangar 18 se le considero como la eterna promesa del Metal nacional.